Ivan el tonto ilustrado por Decur
Ivan el tonto ilustrado por Decur

En las aulas de Yásnaya Poliana no había ni deberes ni exámenes, porque se confiaba en que el interés –y no la obligación– es el mejor resorte para aprender. El mismo Tolstoi se encargaba de escribir y editar los libros que se usaban en la escuela, incluyendo también leyendas inspiradas en la tradición rusa, ya que era consciente de la atracción que sienten las criaturas por las fábulas.

En una de ellas, Iván el tonto, publicado por Libros de Zorro Rojo, se narra la historia de tres hermanos a los que se les aparece un diablillo que les ofrece cumplir sus deseos, con el secreto objetivo de sembrar la discordia entre ellos. El mayor, Semión el guerrero, persigue el poder a través de la violencia. El mediano, Tarás el panzudo, es envidioso y anhela la riqueza. Mientras que el pequeño, Iván, trabaja la tierra sin malicia, avanzando sin dobleces por un mundo en el que el poder y la astucia suelen dictar las reglas. Y, sin embargo, su bondad –esa pureza que lo hace tonto a ojos de los demás– es lo que transformará el mundo a su alrededor.

Se trata de un álbum bellísimo, en el que las ilustraciones de Decur, con su vibrante paleta, nos ayudan a sumergirnos en un mundo onírico en el que unos diablillos pueden aparecer bajo el arado, los ejércitos sucumben ante enemigos de paja y las herencias se dilapidan en infinitos objetos imposibles... para finalmente hacer renacer en nosotros la idea de que tal vez la sencillez podría ser el mayor de los tesoros.