Imagen de la serie Pippi Calzaslargas
Pippi Calzaslargas se hizo muy popular en los años setenta gracias a su adaptación televisiva

Parece mentira que Pippi Calzaslargas haya cumplido 75 años y continúe siendo una obra tan fresca... ¿los niños, y sobre todo las niñas, siguen necesitando símbolos de rebeldía?

Nosotras creemos que si. Ser pequeño no es nada fácil en una sociedad pensada por y para personas adultas que sean productivas económicamente y aunque las personas pequeñas necesitan del cuidado y cariño de las grandes, también desean libertad e independencia para aprender a vivir en el mundo. Además para formar una identidad propia también es necesaria una pequeña dosis de rebeldía. Todas estas características son evidentes en Pippi.

Pippi vive con su caballo y su mono, su padre es un pirata que anda siempre "trabajando", no va al colegio, reniega de la autoridad... ¿se ha encontrado en algún momento con problemas de censura?

A Astrid Lindgren no le resultó nada fácil que su obra fuera del interés de una editorial. La mayoría consideraban a Pippi demasiado libre y rebelde, nada apropiada para una época en la que había pocas protagonistas femeninas y en la que se esperaba de los niños, y sobretodo las niñas, obediencia y buenas maneras. Lo más curioso es que Lånstrumpf es una deformación de la palabra "blaustrump" (medias azules) un movimiento de mujeres inglesas del s.XVIII que pretendían cultivarse intelectualmente y Pippi también es una palabra relacionada con los pájaros. Quién sabe si Astrid Lindgren quería decir algo con esto.

¿En qué contexto fue escrito el libro? ¿Astrid Lindgren ya había publicado otras obras infantiles?

Pippi nació de la imaginación de Lindgren en 1941 para entretener a su hija Karin que estaba convaleciente de una neumonía. Las aventuras de Pippi le gustaban tanto a Karin y a sus amigos, que Astrid Lindgren decidió escribirlas e intentar su publicación. Después de muchas negativas consiguió que la editorial Raben & Sjögren la sacará a la luz en 1945 con las ilustraciones de Ingrid Van Nyman, después de ganar un concurso que esta editorial había convocado.

El enfoque Reggio Emilia, surgido también al finalizar la II Guerra Mundial, defiende una visión del niño fuerte y capaz... justo como es Pippi, que está en las antípodas de sus amigos Tommy y Anika, mucho más convencionales y obedientes. ¿El libro puede leerse también como una crítica a cierto tipo de educación?

Nosotras creemos que sí. Hay que pensar que Pippi nace en plena segunda guerra mundial y, aunque Suecia se mantuvo neutral, no fue ajena a esa barbaridad. Si tras la primera guerra mundial, surgieron movimientos más libres como el surrealismo y el dadaísmo, movimientos artísticos que mostraban a la sociedad que la excesiva racionalidad y las formas estrictas nos esclavizaban, creo que la segunda guerra mundial también trajó un replanteamiento de los convencionalismos, de los corsés de una sociedad de cuyo miedo y decadencia había surgido el nazismo. No es de extrañar, que décadas posteriores trajeran vientos de libertad, de cambio y de una visión muy distinta acerca de la infancia. Gianni Rodari, Roald Dahl, Richard Crompton... había muchos autores y autoras en ese momento que planteaban una infancia más libre, más rebelde, a la que se le otorgaba ya un valor en sí misma. Los niños y niñas no eran proyectos de personas adultas, si no valiosos en su presente infantil. Se empezaba a valorar la espontanéidad y la frescura de esa época en la vida de las personas.

Pippi atenta además contra los roles de género, se viste como quiere con ropa que no le lastre en sus aventuras, no le preocupa su aspecto ni sueña con príncipes azules... ¿Cómo es que décadas después las princesas Disney son mucho menos osadas?

Quizás no es tan fácil cambiar las sociedades y se necesitan muchas Pippis para que eso suceda. Afortunadamente cada vez los roles de género tienen los límites menos marcados, pero aún queda mucho por hacer para que niños y niñas puedan ser lo que desean sin ser sometidos al juicio estricto de una sociedad que nos exige unas características y unos comportamientos determinados relacionados con nuestro género. La sociedad da pasos hacia delante y a veces tiene que volver a recorrer el camino que ya se había hecho; quizás este es el peligro más acuciante. Sin embargo, es una buena señal que multinacionales como Disney, tradicionalmente conservadoras, comiencen a hacer pequeños cambios en sus historias. Esperemos que estos avances continúen y no se queden en una anécdota.

¿Por qué a niños y niñas les encantan los personajes transgresores?

Porque les permiten ser ellos y ellas mismas. Pongámonos por un momento en su piel, si hacemos memoria y podemos recordar nuestra infancia, quizás podamos sentir lo asfixiante que debe ser recibir constantemente mandatos, adaptar las propias necesidades a un mundo hecho por y para personas adultas donde ni siquiera es fácil moverse físicamente; todo está demasiado alto, todo está demasiado inaccesible y además hay muchas reglas que seguir, muchas de las cuáles ni siquiera comprendes... los personajes transgresores se convierten en los "héroes y heroínas" de los libros infantiles. Viven como a nosotros nos gustaría vivir. Las personas adultas tenemos los nuestros y las personas pequeñas también necesitan tenerlos.

El cumpleaños de Pippi se está celebrando por todo lo alto en Madrid, con una exposición en la Casa del Lector (Matadero Madrid) organizada por el Instituto Sueco, la Embajada Sueca en España y la Fundación Astrid Lindgren, ¿qué podremos encontrar en la exposición?

Podemos encontrar un espacio adaptado a los niños y niñas para que puedan descalzarse, tumbarse, dibujar, recortar y por supuesto, leer no solo a Pippi, también otros libros clásicos y modernos de la literatura sueca.

Pippi Langstump (editado en España por Kókinos) es el libro más conocido de la literatura infantil sueca, pero vuestra editorial ha traducido a muchas otras... Viendo vuestro catálogo  da la sensación de ser una literatura muy fresca y desprejuiciada, ¿es la influencia de Pippi, o es que os interesan este tipo de obras?

Astrid Lindgren es un autora cuyas obras han pasado a ser patrimonio de la cultura sueca, pero no es la única persona que escribió historias para la infancia con unas características poco moralistas, más divertidas, frescas o libres de prejuicios. Hay muchos personajes, menos conocidos fuera de las fronteras suecas, que también tienen algo en común con Pippi: Alfons Åberg, Pettson, Hugo y Josefina, Findus, Nils Holgersson... son divertidos, ocurrentes, con una fuerte determinación. A nosotras nos interesan los libros que puedan aportar algo a los niños y niñas. Ellos y ellas son nuestros clientes, aunque los libros los compren las personas adultas que les acompañan. Nos parece importante que puedan aportar algo a su pequeño mundo, algunas semillas para que se hagan preguntas, para que puedan descubrir nuevas realidades y para que puedan transgredir los límites de las suyas. Quizás así, cuando se conviertan en grandes hayan cogido un "poco de músculo" para tener un pensamiento propio y crítico. Un pensamiento que es ahora más necesario que nunca.