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Esta mañana, como muchos ya habréis visto, me he permitido la broma de incluir una imagen retocada de la portada de Yo nunca fui a la escuela. Se ha tratado de una inocentada -el equivalente en España al April's Fools-, claro, pero he querido aprovechar la ocasión para hablar del homeschooling. De los mitos que lo rodean, de los que piensan que los niños educados en casa acaban analfabetos y de los que piensan -por el contrario- que es para superdotados. Para ello, he querido recuperar una charla a la que asistí este verano en el Encuentro de Verano de Alternativas Educativas 2015 titulada Mitos del homeschooling. Trataré de resumirla para compartirla con los que no estuvisteis, aunque nada se puede comparar a ver en vivo y en directo a Madalen Goiria que es capaz de explicar de manera clara y divertida algo tan abrupto como la legislación sobre el tema.
1. El homeschooling es escuela en casa
Esta es la imagen que transmiten los medios de comunicación. Una madre con niños sentados en una mesa haciendo fichas. Después, tocan el piano y estudian múltiples idiomas. Se trata del hot house homeschooling, en el que a los niños se les pone como a plantas en un invernadero para que crezcan frondosamente.
Este mito obvia otras opciones, como el unschooling, además de abrir una brecha peligrosa, dividiendo entre buenos y malos homeschoolers.
2. Los homeschoolers son raros
Todo lo diferente provoca curiosidad o rechazo. Pero en realidad, ¿no es lo raro someterse a un sistema que convierte la educación en competición?
3. El homeschooling es legal a veces
La realidad es que la ley en España obliga a los niños a estar escolarizados entre los seis y los dieciséis años, y por escolarizados se entiende que asistan a un centro homologado -siga la pedagogía que siga.
Sin embargo, a menudo se tiene la idea de que quienes educan en casa viven en un limbo legal, debido a que dependiendo del funcionario que te toque en suerte o la comunidad autónoma donde vivas tienes más o menos probabilidades de que te dejen hacer o no. El que ha tenido suerte, puede considerar este limbo como beneficioso mientras a mi me dejen en paz, no digo nada. La realidad es que no debería ser así. Cuando alguien pide una licencia para vender verdura, no depende que se la den o no de la suerte. Los homeschoolers deberían actuar en favor del colectivo. Porque el miedo y la libertad no son compatibles.
4. El homeschooling reproduce el modelo patriarcal
El homeschooling requiere una dedicación que supone, en la mayoría de los casos, que uno de los progenitores deje de trabajar. Casi siempre, es la madre quien lo hace, por lo que se afirma que si la educación en casa fuera un fenómeno generalizado, la mujer prácticamente desaparecería del mercado laboral.
Es una realidad que son las mujeres quienes fundamentalmente se ocupan de la crianza y la educación, pero no es algo inherente al homeschooling, sino a cualquier forma de educación y trabajen o no las madres fuera de casa. En este sentido, va siendo hora de cambiar mentalidades y lo más razonable sería plantearse el co-homeschooling.
5. El homeschooling es para superdotados -y mis hijos son normalitos
Demasiado a menudo los homeschoolers se han prestado a esta idea transmitida por los medios de comunicación. Debido a que el movimiento cuenta con enemigos que dudan de los resultados, cuando un periodista quiere hacer un reportaje aparecen siempre los niños 'más listos', los que estudian astrofísica y cuatro idiomas. Se les muestra a los periodistas la idea que ya traían en mente, muchas familias les han bailado el agua cual focas amaestradas que hacen el bailecito que el público espera de ellas.
Todo esto ha acabado reduciendo el movimiento, presentándolo como si fuera una opción válida únicamente para niños con un elevado coeficiente intelectual. Nadie se pregunta, por ejemplo, si no sería posible educar en casa a una niña con síndrome de Down.
Una variante de este mito es que a los homeschoolers se los rifan en Harvard. La realidad que hay detrás de esta afirmación es que en los 90 se exigían certificados académicos excelentes para poder entrar. Los homeschoolers carecían de certificado, pero al provenir una parte de ellos de familias de buena posición social -otro criterio que valoran las universidades americanas- con ellos se aflojó este requisito y se pasó a dar más importancia a la entrevista.
Los artículos que afirmaban esto, sin embargo, parecen estar pasando de moda, y ahora lo más cool es presentarlos como a unos fracasados que acaban trabajando en los empleos peor remunerados. La realidad es que los homeschoolers son niños como los demás, con diferentes aptitudes e intereses, que cuando son adultos trabajan en los empleos más variados, desmintiendo esas generalizaciones reduccionistas y absurdas de que todos son winners o losers.
6. El homeschooling es para ricos
Detrás de este mito, también están los medios de comunicación, en los que se publican noticias sobre que Julio Iglesias o la baronesa Thyssen no escolarizan a sus hijos. Muchas personas lo ven como un apoyo a la causa, cuando la realidad vuelve a ser lo contraria, un presentar el homeschooling como una excentricidad al alcance sólo de las clases altas.
7. Todo lo que no está prohibido está permitido
Por supuesto que ninguna ley dice que no se pueda educar en casa, puesto que es obvio que los padres deben ocuparse de la educación de sus hijos. Pero además, con la ley en la mano, es obligatorio en España que los niños entre 6 y 16 años asistan a un centro educativo homologado. Se puede estar de acuerdo o no, pero conviene tener claro lo que dice la ley.
En este sentido, cayó como un mazazo la sentencia del Tribunal Constitucional del 2 de diciembre de 2010, por la cual fue desestimado el recurso de amparo interpuesto por tres familias malagueñas que educaban en casa. Por primera vez el TC se pronunciaba sobre la legalidad del homeschooling, y lo que hizo fue ratificar la sentencia núm. 36/2003, de 5 de mayo de 2003, dictada por el Juzgado de Primera Instancia núm. 2 de Coín en que la que 'sin juzgar la calidad de la enseñanza domiciliaria que estén recibiendo y admitiendo que son familias bien estructuradas cuyos padres se preocupan por sus hijos' se argumentaba que 'el art. 27.4 CE no permite que los padres nieguen a los hijos el derecho y la obligación que tienen de participar en el sistema oficial de educación. A mayor abundamiento, el órgano judicial añade que la exclusión del sistema oficial puede generar a los menores serios problemas en su desarrollo futuro, tanto en el ámbito académico -sirva de ejemplo las dificultades para el acceso a la Universidad-, como social y de integración con otros niños de su edad.'
8. ¿Quién dice que los homeschoolers no socializan? Mi hijo tiene muchos amigos
¿Qué es socializar? No quiere decir, simplemente, ir con amigos a un cumpleaños.
Socializar significa poder contrastar ideas, estar en contacto con los principios democráticos básicos. El menor debe poder relacionarse con personas variadas que le permitan contrastar ideas. Por ejemplo, si en su familia se defienden ideas contrarias a una determinada raza u orientación sexual, y el menor sólo se relaciona dentro de una burbuja en que viven sus padres, en que todo el mundo comparte estos prejuicios, no se puede hablar de socialización.
Saber más:
Madalen Goiria / 10 tópicos sobre el homeschool
Andre Stern / Yo nunca fui a la escuela
Educación en casa
Educar sin escolarizar (El mundo, 16/02/2015)
¿Es legal el homeschooling en España?
La Constitución Española establece en su artículo 27 el derecho a la educación, pero no trata el tema de la escolarización obligatoria. Esta obligación se ha desarrollado en normativas posteriores, como la LOGSE.
El homeschooling no es legal en España, pero tampoco se puede considerar una práctica perseguida. En unas comunidades autónomas hay más permisividad mientras que en otras hay menos.
Muchas familias educan en casa sin tener ningún tipo de problema. Las complicaciones comienzan cuando alguien denuncia -pueden ser los servicios sociales, un familiar. También es corriente que si el niño ha sido desescolarizado, sea el centro al que acudía el que haga saltar las alarmas.
La mayoría de las denuncias, sin embargo, no llegan a los Tribunales. Una vez que los servicios sociales entienden que el menor está bien atendido, el caso no va más allá. Pero si esto no ocurre y se llega a juicio, comienza la lotería. En cualquier caso, conviene saber que lo peor que puede pasar es que nos obliguen a escolarizar.
La situación legal de los niños mayores de seis años que acuden a proyectos educativos no homologados es la misma que la de los homeschoolers: oficialmente, no están escolarizados. La teoría es que si a las familias no les convencen los colegios que hay, pueden montar una siguiendo sus criterios. Pero la realidad es que los requisitos para abrir un centro educativo son tan sumamente complejos y sobre todo, suponen tanto dinero, que es una posibilidad que sólo está al alcance de unos pocos, lo que deja la libertad educativa en papel mojado.
El caso del País Vasco
Aunque a Euskadi le afecta esta legislación, el Decreto Balora obliga a los servicios sociales a cerrar el expediente si (1) el padre y la madre o las personas que ejercen la tutela o guarda proporcionasen un programa educativo individualizado al niño, niña o adolescente que responda a sus necesidades educativas y (2) no hay otros indicadores de desprotección.
https://madalen.wordpress.com/2017/11/04/educar-en-casa-esta-amparado-por-la-ley-en-euskadi
¿Cómo obtener una titulación oficial?
En España no es posible obtener presentarse a las pruebas para obtener el título de secundaria por libre hasta los 18 años. Por ello, muchos padres optan por matricular a sus hijos en el último curso de la ESO para que puedan conseguir así el título oficial y continuar estudiando ciclos formativos posteriores.
La verdadera portada del libro de André Stern, editado por Litera, es la de la derecha -por si alguien todavía lo dudaba ;-)