Soy Carolina Rodríguez, maestra de educación infantil y acompañante en el hogar con casi 10 años de experiencia. Desde que comencé este camino he trabajado de manera particular con familias que elegían un acompañamiento más respetuoso para sus bebés, excepto dos años que tuve la oportunidad de trabajar en una escuela Waldorf (El nido de Ale, en Aravaca), experiencia que me aportó mucho en mi aprendizaje y autoconocimiento.
Me he formado como Maestra obteniendo el Grado en Educación infantil pero la vida me llevó a profundizar con respecto a la manera de acompañar a la primera infancia, a la par que realizaba mi trabajo de crecimiento personal, ha sido un camino muy profundo y transformador. Me he formado en pedagogías Activas (Montessori, Pikler, Waldorf, Wild, Comunicación NoViolenta, Disciplina Positiva, Movimiento Libre, Pedagogía Transformadora, Sistémica, Escucha Activa...). Me gusta estar en formación constante ya que a nivel de neurociencia cada vez avanzamos un poco más con el aprendizaje del ser humano y con ello a descubrir el comportamiento del cerebro del niño, un mundo apasionante que requiere por parte del adulto una observación y la menor intervención posible, guardando siempre por su seguridad. Nunca debemos confundir libertad con límites.
Después de todos estos años gestando mi proyecto como Madre de Día por fin he decidido entregarme al servicio de la familias que elijan esta forma de acompañar a su familia, y digo a su familia porque desde mi mirada es un acompañamiento a toda la familia, no sólo al niño o niña que se queda en el nido, es un acompañamiento integral a la familia.
En caso de estar interesado, podéis contactar conmigo y estaré encantada de compartiros mi proyecto educativo y toda la información que necesitéis.
Gracias de antemano
Carolina
PD: El nombre del proyecto nace de mi segundo acompañamiento, el peque cuando comenzó a hablar, como Carolina debía de ser muy largo para él," fue mi interpretación", me llamó "Nina" y así después me llamaron en la escuelita donde fue, porque tuve la oportunidad de acompañarle allí también y todos los peques me llamaban "Nina" y de ahí nace el nido de Nina. Quién sabe, quizás él ya sabía de este proyecto, son nuestros maestros, sólo debemos dejarles Ser y Crecer.