El Arenero nació en el año 2013, en Arganzuela, un distrito céntrico de Madrid. Seis familias que no tenían escuela pública en la que dejar a sus bebés unieron sus esfuerzos económicos y su saber para contratar al educador con el que iban a compartir el cuidado y educación de sus hijas e hijos.
Empezó en el salón de una casa, con mucho por aprender (al principio no sabían ni cómo afrontar el momento de la siesta), y en los años siguientes, El Arenero fue creciendo, evolucionando. Se alquiló un local, se unieron más familias.
La autogestión implicaba que el modelo se iba mejorando mediante la reflexión sobre la práctica. Las familias fundadoras dejan el espacio de crianza y el proyecto continúa y sigue evolucionando.
PEDAGOGÍAS Y ESTRATEGIAS QUE CARACTERIZAN AL PROYECTO
Desde el punto de vista pedagógico, no creemos que podamos definirnos totalmente con ninguna pedagogía concreta, nos gusta pensar que todas tienen algo positivo, que además, las niñas y niños deben tener diferentes formas de aprendizaje según sus individualidades y contexto.
Por eso no nos centramos en una única, para nosotras sería quizá, limitar las posibilidades de aprendizajes en algunas ocasiones.
Haciendo un balance entre las diferentes pedagogías, quizá las más cercanas a las dinámicas que se dan en el espacio de El Arenero sean.
La pedagogía activa y la mirada de Emmi Pikler hacia la infancia. Ambas coinciden en; el juego libre, el respeto, la calidad en las relaciones y la no directividad.
Dentro del espacio, las acompañantes se centran sobre todo en que las condiciones que rodean a las peques sean las idóneas para el mejor desarrollo posible teniendo en cuenta las características individuales y de grupo.
Por otro lado es muy importante no dejar al azar aspectos relacionados con el espacio físico y el ambiente emocional que se va creando.
Cuidar y propiciar estabilidad y momentos de aprendizaje desde el disfrute y la motivación.
Para ello la herramienta protagonista en El Arenero es la observación directa que nos aporta la información necesaria para realizar cualquier propuesta, crear rutinas o intervención.
RANGO DE EDAD DE LAS PEQUES:
Las peques de El Arenero tienen entre 1 y 4 años, comparten espacio y materiales, adaptando las propuestas de cada día a las necesidades del grupo y a las individuales,
teniendo opciones de aprendizaje diferentes para cada edad a pesar de que existe un rango variado entre ellas.
Vemos como una oportunidad el hecho de que peques de diferentes edades compartan su espacio, ya que se dan aprendizajes muy ricos y variados, siguiendo su propio ritmo y entendiendo sus compañeras y compañeros como parte de su proceso vital para aprender.
Las relaciones entre iguales son las más significativas para las peques, y es en ellas donde interiorizan y aplican aprendizajes diarios,
dando opción a utilizar entre ellas las nuevas herramientas que van adquiriendo; lenguaje, movimientos nuevos, relaciones sociales, formas de relacionarse, vínculos diferentes entre las peques, conciencia del cuidado de las demás, etc.
LA ESCUELA INFANTIL COMO PROLONGACIÓN DEL HOGAR:
En los primeros años de vida, la seguridad y confianza son unas de las premisas para que las peques puedan tener un contexto de aprendizaje estable y respetuoso con ellos y ellas. Por eso pensamos que el proyecto deben vivirlo las familias y peques como una prolongación de casa que les transmita confianza y puedan construir vínculos con los acompañantes y las demás peques y familias.
Para esto, es necesario ser flexibles y respetuosas con los tiempos de cada peque y familia. Para que este concepto sea real se tienen en cuenta;
● La Relación familia y escuela: relación con un nuevo contexto que ofrezca confianza a las peques.
● Relaciones entre Adultas: Darán opción a tejer una red de confianza, cuidados mutuos y disfrute colectivo. Además, serán un modelo a seguir de las peques que nos rodean.
● Colaboración: Forma parte de la columna vertebral del proyecto, implicación de todas las partes, cada familia tiene algo que aportar, todas colaboran en algún aspecto; organizativos, presenciales, logísticos, acompañamiento…
● Debe sentirse como un proyecto como de todas y todos, intentar dar cabida a todas las necesidades de las familias.
CREACIÓN DE VÍNCULOS:
Vínculos estables y seguros son parte de la clave para un desarrollo emocional sano, para ello se propone:
● Pareja pedagógica: Dos referentes, ofreciendo a las niñas y niñas la posibilidad de crear vínculos diferentes según sus necesidades y características. Ratio reducida 12 peques con 2 acompañantes pedagógicos y un acompañante familiar creando apoyo y confianza a peques
● Vínculo afectivo de calidad: Ocurre gracias a la ratio que tiene el proyecto.
● Reconocer individualidades: Serán clave para poder ofrecer lo que demandan o necesitan las peques
● Sentimiento de pertenencia: Necesitan sentirse parte de un grupo y sentir al grupo como parte de ellas mismas. La escuela es el primer sitio donde se dan vínculos creados de forma autónoma por el niño o la niña y para su autoconcepto y autoestima en positivo.