El CEIP Escultor Alberto Sánchez está ubicado en el barrio de Sta. María de Benquerencia de Toledo. Por todos conocido como Polígono.

Comenzó a funcionar en el curso 1984-85 y desde el principio ha contado con una idiosincrasia propia. Siempre se ha caracterizado por sus iniciativas innovadoras y por su trabajo en la atención a la diversidad del alumnado, intentando siempre impartir una enseñanza lo más adaptada posible a las necesidades de cada alumno/a. Como breves ejemplos, señalamos que fue el primer centro donde comenzó a implantarse la integración escolar y que, durante bastantes cursos, fue muy significativo el trabajo escolar sin libros de texto únicos.

También queremos resaltar que nuestro centro siempre se ha caracterizado por una importante participación de toda la comunidad educativa.

Al comenzar el proyecto de dirección actual, lo primero que hemos hecho ha sido preguntarnos qué tipo de personas queremos que sean los niños y niñas al final de su periplo por el centro y qué herramientas debemos darles para que sean capaces de enfrentarse a los desafíos de su futuro.

La mejor respuesta a estas preguntas está en los PRINCIPIOS de nuestro centro. Son los siguientes:

Educación para la democracia.
Respeto a la individualidad y convivencia en la diversidad.
Identificación del niño y de la niña con su entorno.
Fomento de la solidaridad.
Educación en la responsabilidad y autonomía.
Educación para la vida y el desarrollo íntegro de su personalidad.
Desarrollo de la capacidad crítica.
Sensibilización hacia la salud, la ecología y el patrimonio.
Fomento de los sentimientos de paz y no violencia.
Al mismo tiempo y para conseguir este tipo de persona que queremos conseguir, tenemos presentes las siguientes ideas-fuerza sobre la educación que impregnan transversalmente nuestra propuesta de trabajo diaria:

La misma idea que aquel viejo maestro chino que cada día se colocaba ante sus jóvenes alumnos y alumnas pensando que entre ellos podría estar la persona que consiguiese la paz en el mundo, que descubriese una medicina importante, un medallista olímpico,… y su trabajo principal consistía en identificar y nutrir el talento que cada niño o niña tenía, no sólo por su propio beneficio, sino por el posible beneficio de otros. Además, se consideraba muy afortunado por tener esa oportunidad.
Queremos que en nuestro centro se trabaje por conseguir identificar y potenciar el talento que tiene cada alumno/a. En definitiva, favorecer plenamente la atención a la diversidad.

El viejo proverbio africano que reza así: “El mañana pertenece a quienes se preparan para él”.
Preparar a nuestro alumnado para afrontar lo mejor posible su vida futura. Prepararles para conseguir y vivir sus sueños.

En estos momentos hay un cambio social y cultural muy fuerte. Somos padres, madres, profesoras y profesores del s. XX pero tenemos que enseñar a personas del s. XXI.
Adecuar nuestra enseñanza a sus necesidades.

Siempre podemos y debemos mejorar.
¡Si nuestros alumnos no recuerdan sus años escolares con cariño, orgullo y una visión positiva, es que les hemos fallado!
Trabajar para que se sientan felices en nuestro centro.

Las escuelas de hoy y ciertamente las del mañana deben ser entidades dinámicas, en constante estado de innovación y de cambio hacia la mejora, que generen una actitud de asumir riesgos, de creatividad y de dinamismo. De interpelación y de acción.
Estar, la comunidad educativa entera, en continua reflexión sobre cómo podemos mejorar la calidad de la enseñanza que impartimos y poner en práctica las conclusiones a las que lleguemos.

En los países con más éxito educativo (Finlandia, Corea, Australia, Nueva Zelanda, Canadá, Hong-Kong, Singapur,…) el profesorado está muy formado y a los niños se les examina bastante menos que a los nuestros. Existe una confianza mucho mayor en los maestros y en la enseñanza.
Trabajar en la formación del profesorado y en la confianza del resto de la comunidad educativa hacia nuestro trabajo diario.

Si queremos que nuestros alumnos y alumnas tengan posibilidades de afrontar con éxito la vida por la que deben surcar, deben desarrollar la confianza en sí mismos, el sentido de su propia valía, el pensamiento creativo e innovador, la capacidad de trabajar en equipo y sus habilidades para comunicarse.
Trabajar en la formación integral de nuestro alumnado.

Basándonos en todos estos principios e ideas, desarrollamos nuestro trabajo diario.