El Coruxu es un espacio de aprendizaje en la naturaleza.
Somos un grupo de familias y profesionales dedicados a acompañar a nuestros hijos e hijas para que crezcan siendo seres humanos plenos y libres.
PRINCIPIOS
1. Comunidad de familias
En este espacio las familias tenemos presencia, convivimos y compartimos. Nos apoyamos mutuamente en el camino de la crianza, compartimos experiencias y nos formamos juntos para resolver mejor los conflictos y dudas que aparecen en este proceso de aprendizaje constante.
2. Coherencia
Nuestro proyecto está basado en la coherencia y el compromiso. Para nosotros es fundamental que los valores del grupo sean también los que definen la vida dentro de cada familia.
3. Libre pensamiento
Nuestro espacio está libre de ideologías y doctrinas. En todos los campos del conocimiento planteamos las ideas como ideas y no como dogmas.
PRINCIPIOS Y BASES PEDAGÓGICAS
INTRODUCCIÓN
–– Somos naturaleza
Según el biólogo Humberto Maturana, los organismos vivos se hacen a sí mismos. Como el resto de seres vivos, el organismo humano contiene en su programa genético todo su potencial. Toda acción espontánea, es decir, que no es dirigida desde el exterior, activa un aspecto de esta riqueza inexplicable.
Necesitamos crecer y desarrollarnos en conexión con la naturaleza, es decir, conectados con nuestro verdadero ser. Solo de esta forma podremos madurar de forma integral en las dimensiones física, psicológica, emocional y espiritual del ser humano.
PRINCIPIOS PEDAGÓGICOS
–– Acompañamiento respetuoso
Acompañar desde el respeto es acompañar con presencia, desde el corazón, con sinceridad y de forma incondicional. Es acoger el potencial singular de los niños para que desarrollen su autonomía y la confianza en sí mismos, trabajen su capacidad para tomar decisiones y solucionar problemas, y fortalezcan su sentido de la responsabilidad.
Validamos sus sentimientos con el fin de que aprendan a cultivar su inteligencia emocional, pilar fundamental para un aprendizaje auténtico.
Abordamos los conflictos como oportunidades de crecimiento y aprendizaje. Desde la comprensión y la escucha, sin juicios y sin culpabilizar. Estos procesos nos parecen muy valiosos porque ofrecen oportunidades para que los niños se hagan responsables participando de forma activa en la resolución del conflicto y en la búsqueda de alternativas.
–– Atención a las necesidades
Acogemos las necesidades de los niños y las respetamos desde la conciencia absoluta. En palabras de Rebeca Wild, las necesidades auténticas no son sólo aquellas que pertenecen a la supervivencia de un organismo, sino en igual medida todas aquellas que acompañan el desarrollo y los procesos de crecimiento del organismo. Estas necesidades están guiadas por un plan propio inminente al organismo.
–– Libertad y límites
Ciertos límites forman parte del individuo, otros de la comunidad, y otros del medio en el que habitamos. Tenemos todos ellos presentes y les damos el valor que se merecen para poder ser respetados.
Estos límites los creamos entre todos a partir de la atención a necesidades concretas que se corresponden directamente con valores adquiridos y asumidos de forma consciente.
–– El ritmo forma parte de la vida
El crecimiento es, por sí mismo, un proceso rítmico. Todo lo que incorpore un sentido de ritmo y repetición fortalece la voluntad.
El mundo está sometido a los ritmos propios de la naturaleza, que es sumamente sabia. El repetido ciclo de salida y puesta del sol se refleja en el ritmo de la aparición de los brotes, de la floración, de la maduración de los frutos y la putrefacción. En las estaciones se produce la contracción del otoño y del invierno, seguida la expansión de la primavera y del verano.
En El Coruxu somos muy conscientes de que el bienestar físico y emocional de los niños depende de una interacción equilibrada entre la contracción y la expansión. Estar conectados con la naturaleza nos conecta profundamente con estos ritmos internos.
–– Crecer de forma consciente
Acompañamos a los niños para que crezcan de una forma consciente. Conscientes de sí mismos, conscientes de sus necesidades, de sus capacidades y limitaciones, de sus motivaciones, y conscientes de las consecuencias de sus actos. Conscientes de sus relaciones y del complejo sistema interdependiente al que pertenecen.
–– La naturaleza de la voluntad
El despertar de la fuerza de voluntad de los niños puede considerarse el factor más importante de su desarrollo. Junto a ese despertar nace el potencial de la humanidad para construir un mundo mejor.
Podemos observar la asombrosa energía de un niño haciendo un castillo de arena en la playa o una cabaña en el bosque. Las vibraciones de la actividad infantil guiadas con amor y comprensión fundamentan su iniciativa, su autodisciplina y su fuerza de voluntad.
BASES PEDAGÓGICAS
–– Acompañamiento desde el asombro
Entendemos el asombro como el deseo hacia el conocimiento. El aprendizaje del niño arranca desde dentro y a través del contacto con la realidad. Impulsado por la curiosidad y el asombro, motores de aprendizaje, el niño forja su propio camino. Por eso construimos un espacio fértil y respetuoso, necesario para ofrecer una educación en el asombro.
Educar en el asombro consiste en respetar la libertad interior de los niños, respetar sus ritmos, fomentar el silencio, el juego libre, rodearlos de belleza sin saturar sus sentidos.
Tenemos plena confianza en que la motivación intrínseca del niño será la que le guíe a la hora de adquirir todas las competencias necesarias para vivir la vida de forma plena y libre.
–– La naturaleza como entorno de aprendizaje
La naturaleza es nuestra primera escuela. Nos sirve de inspiración y de guía, nos ofrece las herramientas necesarias para el desarrollo, y, ante todo, nos conecta con la vida, y por tanto con nuestro ser.
La naturaleza despierta en los niños una irresistible curiosidad y una atracción capaz de mantener su atención durante horas observando insectos, animales y plantas, jugando con barro y agua o trepando árboles.
La naturaleza permite a los niños encontrarse con la realidad en estado puro, les enseña que las cosas no son inmediatas y que cada proceso lleva su tiempo. Les ayuda a controlar su impulsividad y les enseña a ser pacientes.
–– Juego libre
Como dice Rebeca Wilde, cuando los niños juegan, se están haciendo a sí mismos.
Entendemos el juego como la tarea que disfrutamos porque la hacemos con el corazón, poniéndole imaginación y creatividad, interiorizándola y haciéndola nuestra. Este tipo de juego es compatible con el esfuerzo porque es un juego activo, no pasivo. Es un juego en el que el niño se deja medir por la realidad. El juego libre es, por tanto, una expresión de autonomía y creatividad.
El juego libre es la mejor opción para que el niño experimente el mundo, participe, cree junto a otros y se enfrente a la vida.
–– Aprendizaje cooperativo
El aprendizaje cooperativo es una metodología basada en el trabajo en equipo. El objetivo es la construcción de conocimiento y la adquisición de competencias y habilidades sociales.
Esta metodología fomenta valores como la tolerancia, el respeto y la igualdad, y estimula además la capacidad de reflexión y el sentido crítico.
–– Aprendizaje a través de la experiencia
Hacemos de cada día una experiencia de vida en la que los niños están involucrados activamente en actividades significativas. La alegría de crear cosas reales y acompañar durante experiencias reales es la forma más edificante de educación.
–– Recuperar oficios tradicionales
En El Coruxu tenemos como prioridad que los niños puedan aprender los oficios tradicionales del lugar. Esto les prepara para el camino de la autosuficiencia.
Usar materiales y herramientas auténticas desde una edad temprana les permite entender que su juego es en realidad su trabajo, y facilita que se lo tomen en serio. La auténtica creatividad nace de esa sensación.
–– Recuperar las celebraciones ancestrales
Desde tiempos remotos, los ciclos de la naturaleza han sido motivo de celebraciones. Celebrar siguiendo ese calendario permite a las personas apaciguar su temor ante las fuerzas de la naturaleza y agradecer su generosidad.
Estas celebraciones confirman que existe cierto orden en el universo, un milagroso equilibrio de fuerzas que hace posible la vida humana y la creatividad. Estas sensaciones son una base sana para el niño y su creciente comprensión del mundo.
–– Espiritualidad y energía creativa
La creatividad del niño es la fuerza de acción interior que le lleva a su realización espiritual. Es una búsqueda del todo.
Acompañar en la espiritualidad es ayudar al niño a conservar este espíritu de creación interior que se manifiesta en su imaginación y su espontaneidad.