Tierra de niños y niñas es un espacio educativo cuya finalidad es la de acompañar a los niños/as en su desarrollo de manera libre, respetuosa, confiando en su capacidad natural de aprender. Nos centramos en la salud integral y la alegría de vivir de los niños/as, respetándoles en su desarrollo intelectual, emocional y social sano, de forma armónica y resguardando su maravilloso potencial.

Para ello contamos con un espacio precioso en plena naturaleza, siendo fundamental el desarrollo de actividades y juego libre en el exterior, de manera que el contacto estrecho con el bosque le da un sentido a la vida, a las relaciones humanas y al aprendizaje, que sin esto no podríamos hablar de bienestar humano. El comedor se encuentra al aire libre, así como diferentes espacios de juego, trabajo e investigación y creación de los niños y las niñas (cabañas, arenero, cocinitas, tiendas, mundo animal, telas acrobáticas, colchoneta, espacio para correr y trepar árboles, zona de circuitos, laberinto, morera, compostero...)

En Tierra de niños y niñas reivindicamos la experiencia del aprendizaje como algo integral, personal a la vez que social, que engloba a todo el organismo. Confiamos en la capacidad de los niños/as, que por si mismos puedan, a través de su propia curiosidad, acceder a sus distintos intereses y necesidades vitales de cada momento. Contamos con un espacio con ambientes preparados para ello, cuidando la manera en la que presentamos y organizamos el material, para que siempre esté accesible a l@s niñ@s, teniendo en cuenta su altura, su motricidad y la comodidad para acceder a los materiales, de manera que la autonomía y el ir pudiendo hacer las cosas por uno mismo/una misma es parte de la gratificación del día a día y del desarrollo de una autoestima que además de emocional tiene mucho de física.

Junto a este enfoque basado en la autorregulación, entendemos el grupo humano como el lugar colectivo donde el desarrollo individual y la propuesta educativa cobra parte de su auténtico sentido.
Las personas adultas que acompañamos en el espacio lo estamos desde el respeto a los ritmos individuales, a la vez que en el grupo procuramos aportar y ofrecer tanto nuevas ventanas a aprendizajes desconocidos para los niños y niñas en forma de talleres y actividades, como valores y reflexiones sociales que aparecen en la convivencia y la socialización, facilitando y asistiendo los procesos.

La educación creadora (Arno Stern) nos inspira en sus planteamientos de respeto y no juicio, la comprensión de la expresión artística como parte integrada de la vida, como expresión humana. La psicomotricidad relacional (Lapierre) (más allá de Pikler) nos da la visión del respeto absoluto al niño/a, en su movimiento, en la expresión de sus emociones y en el simbolismo en su juego en relación con una adulta sostenedora. Las inspiraciones Reggio Emilia nos animan a cuidar las propuestas de aprendizaje, tanto en los espacios como en los materiales...
Trabajamos a través del juego libre, el juego hermenéutico, las piezas sueltas y la absoluta libertad de movilidad en el espacio.

La relación con las familias es cercana y continua durante el curso, participando activamente en el espacio físico y en los espacios colectivos y de reunión.

Los principios fundamentales:

la Confianza, el Respeto, la Libertad y el Amor.

Nos interesa:

La Salud de sus relaciones: solidarias, creativas y armoniosas.

El desarrollo infinito de sus capacidades: Cada niño/a las suyas

El respeto de sus ritmos e intereses, limites y diferencias

No impedir, imponer, juzgar, sino ofrecerles los medios para que los niños/as JUEGUEN, APRENDAN NATURALMENTE y CONSTRUYAN EL MUNDO, un mundo mejor.