La comida es una actividad básica muy importante para su desarrollo y autonomía por lo que me parece muy importante dedicarle la atención que necesita y fundamental trabajar conjuntamente para el disfrute de ese momento y la adquisición adecuada de hábitos saludables. En la casita, por medio de comunicación constante y entrevistas a lo largo del curso mantenemos actualizada toda la información relativa a este aspecto quedando debidamente explicado los alimentos que come cada menor, las alergias e intolerancias y respondiendo a esas características concretas.

Cuando un niño o niña, por determinados motivos de salud no pueda comer determinados alimentos, las familias serán las encargadas de traer otro alternativo.

La alimentación en la casita vendrá definida por la dieta sana y equilibrada que siguen, en sus respectivos hogares, las familias que la componen.  Ellas serán las encargadas de traer a diario un recipiente con la comida diaria (a ser posible de cristal con tapa,  debidamente marcado con nombre y fecha) y depositarla en la balda del frigorífico destinada a ese uso.

El momento de la comida debe de ser disfrutado y que mejor manera de hacerlo que con la comida preparada el día anterior con los sabores y cariño de casa, que son deliciosos y conocidos para ellos. Esto además permitirá saber qué y cuanta cantidad hace cada día. Es importante tener en cuenta que en la casita abrazo respeta las necesidades y señales de hambre y saciedad y, por tanto,  no se insiste y mucho menos fuerza a tomar nada, porque confío en el proceso de autorregulación donde el cuerpo  marca las cantidades que necesita para su buen funcionamiento.

Es un momento de disfrute y exploración de sabores, texturas, temperaturas,… que requiere de concentración por lo que siempre lo llevaremos a cabo sentados para poder dedicar esa atención y  evitar así atragantamientos. En caso de que el menor aun no haya adquirido la posición de sentados, en la casita abrazo no trabajamos con hamacas o tronas por lo que realizará este cuidado en brazos haciéndole participe dentro de sus posibilidades.

El proceso de adaptación se realiza de forma gradual y respetuosa, adaptándonos al ritmo de cada niño y acompañado de su figura de referencia

Momento de acogida en la Casita abrazo.pdf

En Casita Abrazo contamos con medidas de seguridad como control de accesos, espacios adaptados y personal cualificado en primeros auxilios, manipulador de alimentos.

Cuenta con seguro de hogar, responsabilidad civil, extintor y todas las medidas, incluida la inspección y seguimiento del organismo encargvado en la Comunidad de Madrid, Cira, necesarias de seguridad y limpieza para un entorno seguro

El horario es de 8:15 a 15;00 adaptado a las necesidades de los menores y evitando alargar su jornada de más. Cuando una familia no pueda respetar dicho horario es necesario un preaviso para buscar la manera de flexibilizarlo y/o solicitar la ampliación horaria.

La participación de las familias en el proyecto me parece fundamental para su buen funcionamiento. Es necesaria una comunicación cercana y diaria para conocer la realidad diaria de cada menor y favorecer un vinculo sano.

A lo largo del curso tendremos contacto diario en las entradas, salidas y vía whatsapp o mail, pero además, pongo a su disposición momentos de encuentro más individualizados donde poder hablar más tranquilamente del momento concreto de su hijo o hija, preocupaciones, intereses,… Estos serán organizados de mutuo acuerdo cuando cualquiera de las dos partes lo considere necesario.

Es importante entender la importancia que tenéis las familias dentro de este tipo de propuestas ya que, si estos proyectos resultan sostenibles, es gracias a vuestro apoyo y colaboración. Se trata de un compromiso mutuo donde ambas partes quieren ofrecer lo que consideran que es mejor de forma personalizada y favorecer, por tanto un acompañamiento y presencia que le va acompañar de por vida.

En coherencia con el proyecto y el acompñamiento que se hace de los niños y niñas dentro de él, si un menor esta malito debe guardar reposo y no asisitir a la casita  hasta su recuperación, para poder atender su necesidad concreta y favorecer el cuidado de los demás y del espacio.

En caso de enfermedad, fiebre anterior a 48 horas, proceso vírico y/o infeccioso, los menores no podrán asistir a la casita, por lo que la familia deberá tener una alternativa para estos caso.

En caso de necesitar tomar alguna medicación, es recomendable que se organicen las pautas para evitar tener que administrarse en el horario de la casita. Si por algún excepción fuese necesaria la administración durante la jornada, será necesario traer junto con el medicamento, debidamente marcado con el nombre del menor, las cantidades y horas, el documento o receta donde conste que ha sido pautado (condición extraordinaria por tratamientos crónicos, por ejemplo).

Si la situación, en algún momento, se diese al contrario, el acompañante enferma, la casita se vería obligada a cerrar temporalmente durante dure la convalecencia. Se intentará avisar con el mayor tiempo posible.