jueves, 21 de julio de 2016

    Mamá, soy como un tigre con su hueso


    Hoy en día, hay algunos padres que han decidido cambiar la relación con sus hijos, darles la opción de opinar, tomar decisiones, preguntarles todo. Quieren ser más respetuosos con sus hijos de lo que fueron sus padres con ellos. Algunos solo preguntan y luego deciden ellos teniendo en cuenta lo que en niño ha dicho, otros hacen exactamente lo que el niño ha dicho.
    Qué ropa quieres ponerte? Quieres cenar tal o prefieres tal? Deberíamos irnos ya, te parece bien? Te cambio los pañales, cariño?
    Desde luego no pienso que los niños no tengan sus deseos, inquietudes y gustos pero hasta qué punto les respetamos cuando les damos la opción de tomar ese tipo de decisiones.
    Qué es más respetuoso con el niño, tomar las decisiones para las que aún no está preparado o esperar que tome la decisión "correcta" aún en contra de sus deseos.
    El otro día mi amiga Carla me contó una anécdota que me maravilló.
    Su hijo Guille, el niño que fundó Can Rareta, estaba viendo la tv, su madre le dijo que cambiara de canal porque por una vez ella quería ver un programa, Guille le contesto mal y se enzarzaron en la típica discusión que muchos de vosotros debéis reconocer.
    Cuando se calmaron los ánimos, Guille fue a hablar con su madre:
    "Mira mamá, si tú quieres ver algo en la tele deberías coger el mando y cambiar, porque los niños respetamos a los papás y aceptamos su autoridad, pero si tú me dices que cambie, yo soy como un tigre con su hueso".

    Guille tiene 8 años, por supuesto no será así cuando sea adolescente, pero como niño tiene claro cómo debe ser la relación padres-hijos.

    lunes, 7 de julio de 2014

    Pared de Agua

    Ni más ni menos que desde 2008 que andaba yo con la idea de construir en casa una "mesa de agua". Había leído una referencia en el libro Educar para Ser de Rebecca Wild y me quedé con las ganas de llevarla a cabo.



    Hasta el otro día en que Jaisa Educativos se hizo eco de un DIY fantástico que acababa de publicar el blog Tigriteando al que, por cierto, sigo desde hace mese y con el que comparto método y muchas experiencias.   Tigriteando le daba una vuelta de tuerca a la mesa convirtiéndola ni más ni menos que en toda una "pared de agua", lo que hace que sea una instalación mucho más fácil de hacer, ya que la verticalidad viene de serie.

    Jueves y viernes con el run-run en la cabeza, el viernes compramos los materiales que nos faltaban y el sábado en un par de horas teníamos la pared lista.
    El motivo de construir una pared de agua es que es uno de los elementos con los que más les gusta jugar a los niños. Además, en un pequeño circuito por el que ésta circule, podemos aprender desde los efectos de la gravedad hasta cómo funciona una rueda de molino. ¿Se le puede pedir más a un material didáctico?

    Sin más, os dejo con nuestra nueva pared de agua!

    Botellas de las que todos tenemos en casa, para el circuito de Agua.
    Manguera transparente para apreciar bien el paso del agua y embudos a mogollón.
    Circuito montado con molinillo de juguete incluido.


    Detalle de uno de los pasos de agua con diferentes orificios en los tapones.
    A jugar!

    Por cierto que el lunes cuando los peques llegaron a casa, lo primero que hicieron fue ir a descubrir nuestra nueva instalación. Echaron agua, la vieron correr y mover el molino al grito de "Qué Chuulo!!

    viernes, 9 de mayo de 2014

    Taller Montessori de Jaisa Educativos

    No se si conocéis Jaisa Educativos, un proyecto de difusión de pedagogías alternativas y por la Educación viva y respetuosa con el desarrollo del niño. En su web también tienen una tienda on line de materiales educativos Montessori y Waldorf que me encanta. Reconozco que he caído en la tentación varias veces, sobre todo con la línea Montessori, que es la mía!
    Así que, cuando hace unas semanas, me tocó en un sorteo organizado por su página una plaza en el Taller Sensorial de Barcelona, no me lo pensé dos veces, me compré un billete de avión y para allí que me fui.  La experiencia valió la pena.

    Sandra Vallcanera

    El taller lo impartía Sandra Vallcanera, responsable de Jaisa Educativos. Poco a poco, Sandra fue presentándonos los distintos materiales montessori, mientras nos explicaba las cualidades de cada uno de ellos. Cada uno trabaja un único sentido: tacto, olfato, gusto, oído y vista.

    Lo que me fascina de los materiales diseñados por la pedagoga, nacida a finales del XIK, Maria Montessori es que están pensados para que los niños puedan llegar por si mismos a los distintos aprendizajes desarrollando especialmente el placer de los sentidos.


    Cilindros con Botón
    Éste fue uno de los materiales que más me gustó. Con los Cilindros con botón, los niños aprenden a apreciar de modo sensorial las diferencias de tamaño, diámetro, altura....de las distintas piezas. A lo largo de la tarde descubrimos más de 20 materiales, todos de componentes naturales (madera, hierro...) con ese tacto, aroma y belleza que caracteriza los materiales Montessori. Así que gracias a Sandra Vallcanera y Jaisa Educativos por el curso y esa increíble tarde Montessori en Barcelona.

    Sensorial de 0 a 3


    Cilindros sin botón

    Si os interesan los materiales Montessori y os decidís a probar alguno de ellos a través de la tienda de Jaisa Educativos, os agradecería que aportéis el número del centro de Can Rareta, de ese modo un 10% de vuestras compras, se acumula en un bono para la adquisición de nuevos materiales para nuestro pequeño centro. Muchas gracias también a Jaisa Educativos por esta iniciativa generosa que ayuda a los centros educativos a acceder a estos hermosos materiales.





    Jaisa Educativos.
    Web
    Blog
    Facebook





    miércoles, 9 de enero de 2013


    Can Rareta  cumple cinco años


    Parece como si hubiera sido hace sólo unos meses cuando Sandra Vericat y yo charlábamos tardes enteras sobre  un proyecto que ella tenía en mente.  Sandra se preparaba, estudiaba, investigaba, pensaba, ataba y desataba ideas, las cogía con alfileres, las miraba, las hilvanaba, las volvía a mirar… hasta que las acabó cosiendo a conciencia y Can Rareta se convirtió en  una maravillosa realidad que hoy cumple cinco años!!!

    Can Rareta es un lugar único y mágico. Entra dentro de lo que se denomina “Madres de día”, un concepto en España bastante nuevo, que sería una alternativa a las guarderías tradicionales y a las canguros. Pero Can Rareta es mucho más que eso.
     Sandra atiende en su casa a un máximo de cuatro niños de 0 a 3 años.
    Digo “atiende” pero esa no es la palabra, porque Sandra les enseña, les prepara, les educa, les cuida y lo más importante: les quiere. Todo eso los pequeños lo notan y por eso tienen con ella una relación tan especial.
    Can Rareta se convierte en una segunda casa, para esos niños. En su hogar de por las mañanas. Allí se sienten seguros, tranquilos y felices, y sin darse cuenta aprenden tanto…  Forman una especie de familia y se comportan como tal.

    Foto hecha por Susana en 2010
    Tuve la suerte de echarle una mano un verano y vivir su día a día. Me enamoré de aquello. 

    Hay una rutina marcada que los niños se saben a la perfección y se sienten muy orgullosos de ello. La mañana empieza con “El paseíto”. Todos se preparan. Hay que ponerse protector solar, gorro, zapatos adecuados según qué momento del año sea  y el trayecto lo marcan ellos, salvo la primera parada que es ir a dar de comer a las gallinas. Abren y cierran el gallinero, que no tiene precisamente una puerta fácil de manejar, y saben que no debe salirse ninguna gallina y menos  aún el gallo.  Una vez están alimentadas, saludan a los corderos, a las tórtolas, a las palomas, a los pavos…  y entonces, deciden si ir a la era, o al tractor de Joan… o quién sabe.  Andar por esos caminos no es fácil y menos para pies tan diminutos, pero ellos se las apañan de maravilla.  Si hace falta se dan la mano unos a otros, se ayudan.
     Y así, entre naturaleza, viendo qué frutales están ya a punto, qué flores han salido, qué hortalizas  van naciendo, jugando con palos y piedras y caracoles y hojas,  y sobre todo mucha imaginación, va pasando gran parte de la mañana. A la vuelta, suelen estar  Francisca, María o Joan haciendo sus labores de campo. Entonces los niños les saludan, les “ayudan”, y como recompensa suelen comer con ellos pan o fruta o almendras… lo que haya en ese momento.

    Foto hecha por Susana en 2010
    La hora de comer es fabulosa. Cada uno tiene su tarea asignada. Uno pone los manteles individuales y las servilletas, otro los cubiertos, otro los platos… Pero antes hay que lavarse bien las manos. Uno a uno, van subiendo al taburete para llegar al lavabo. Sandra sólo tiene que ayudar a los más chiquititos, los veteranos ya controlan la situación.

    Una vez en la mesa cada uno se sirve. La consigna es: Hay que comerse todo lo que te pones en el plato.
    Así que ellos solos van poco a poco controlando y saben que es mejor servirse una cantidad adecuada y después si hay más hambre, repetir. Además hace falta mucha maña. Coger con una cuchara la comida y llevarla a un plato requiere mucha concentración y coordinación de movimientos. No es tarea sencilla para manos tan pequeñitas.
    Al terminar de comer, cada uno recoge su plato, vacía los restos en el cuenco que al día siguiente llevarán a las gallinas, y ponen el plato en el fregadero.
    Ver  a esos pequeños en acción es emocionante.

    Hay miles de detalles maravillosos en Can Rareta. Podría seguir y seguir contando, pero creo que lo más importante de todo es la seguridad y la confianza que Sandra transmite a esos niños.  Les hace sentirse bien con ellos mismos. Sentirse capaces y por tanto ir a por el siguiente logro con naturalidad y ganas. Ponerse los zapatos, cambiarse la camiseta, subir un escalón, acabar un puzle, empezar a hablar, hacer pis en el orinal, servirse agua en un vaso… Cada día es un reto para ellos y cada día se van de Can Rareta sintiéndose muy orgullosos de sí mismos porque seguro que han logrado hacer algo nuevo.

    Foto hecha por Susana en 2010
    Dicen que en los primeros tres años de vida se forma nuestra base, nuestro auténtico yo. Esa base de pizza que, con los años, iremos aderezando con diferentes ingredientes.
    Si eso es así, Sandra es, con diferencia, la mejor “maestra pizzera”. Y esto no lo pienso sólo yo.

    Felicidades Can Rareta!!!! Felicidades por esos cinco años y Felicidades, sobre todo, por ese día a día tan sumamente bien hecho.


    Susana con dos de los peques
    Susana Prósper

    Si queréis leer otros preciosos
     textos de Susana entrad aquí
    undiaesundia

    lunes, 7 de enero de 2013


    Avui fa cinc anys, els Reis Mags em van portar un regal amb el qual portava temps somiant: Melcior, Gaspar i Baltasar van deixar sota el meu arbre una vocació i una professió. 

    Aquell regal va arribar en forma de bebè, un petit preciós que es deia Guille. Ell passava els matins a Can Rareta mentre els seus pares treballaven. Tenia tres mesos i mig. Amb en Guille vaig descobrir, per fi, que educar, criar i acompanyar als nens era la meva autèntica vocació. 


    Cada dia, al matí, sortíem a donar un llarg passeig pel camp, i mentre ell s'arraulia i es dormia en la meva falda vaig començar a albirar un nou projecte: un espai de lliure aprenentatge en el qual els petits "aprenguessin" i "descobrissin el món" acompanyats per mi: la seva "mare de dia". 

    Amb el temps, Can Rareta va acollir a en Lucas i, uns mesos després, va arribar na Jimena. Així, a poc a poc, amb la cadència amb la qual els mateixos nens creixen, Can Rareta, aquest particular Espai de Lliure Aprenentatge somiat durant les migdiades den Guille va prendre forma. 

    Cinc anys després són molts els nens que han passejat ja pels camins de Can Rareta. 


    Gràcies a tots els que m'heu ajudat a crear Can Rareta: 

    Gràcies a María Montessori, Rebecca Wild, Piaget i Freire, entre d'altres, per donar-me les eines pedagògiques necessàries per crear el nostre particular Espai de Lliure Aprenentatge.

    Gràcies a la illa i a la finca de Can Tià, per proveir-nos de la millor aula de psicomotricitat del món. 

    Gràcies Francisca, Joan i Maria, propietaris i pagesos de la finca de Can Tià per acollir-nos i "practicar" amb nosaltres les "convencions socials" tots els dies. Per oferir pa als nens cada matí, per ensenyar-nos els treballs del camp cada estació, per…. 

    Al Pep, pel seu suport incondicional i avenir-se a convertir la seva llar cada matí en una Llar de Lliure Aprenentatge. El "Bon dia Pep" és ja una de les nostres rutines més volgudes. 

    A la Susana i la María Luisa, que van creure tant en Can Rareta com per venir a passar els matins i recolzar el projecte amb la seva presència quan aquest ho va necessitar.

    Al Josu Maderas, per construir amb amor els mobles que els nens usen diàriament per jugar, menjar i dormir a Can Rareta. 

    Als meus amics i família, per animar-me i escoltar-me durant anys parlar sense parar, primer del meu projecte i, després, d'una realitat que continua creixent i formant-se cada dia. Especialment a la Carla que em va confiar en Guille i amb això va sembrar la llavor de Can Rareta. 

    Gràcies a tots els papàs i mamàs que han confiat i confien en Can Rareta. Gràcies per portar als vostres fills cada dia i per donar-me l'oportunitat d'acompanyar-vos en la gran aventura que és criar als vostres fills. Sense vosaltres, Can Rareta no seria possible. 

    I, com no, un enorme 'Gràcies' als petits que formen i han format part de Can Rareta i amb els quals cada dia el concepte del nostre particular Espai de Lliure Aprenentatge segueix creixent: 


    A la Pia, que ens va ensenyar a sacsejar-nos les mans després d'esbandir-les per no degotar en el sòl, ara tots els nens ho fan i recorden a na Pia.

    Al Mateo, que ens va ensenyar a aixecar el braç i mirar cap amunt quan ens ennueguem. Ara, si algú s'ennuega aixeca el braç i mira cap amunt sense posar-se nerviós.

    A la Mila, que ens ensenya a gaudir de la verdura i la fruita. Li apassiona, i en veure-la menjar amb tant delit els altres la imiten. Ningú vol quedar-se sense fruita.

    A la Lucía, que ens ensenya a cuidar dels altres amb alegria i amor. Sap quan algú la necessita i acudeix en la seva ajuda abans que l'hi demanin.

    Al Gael, el Tashi i la Mara per totes les experiències que vam compartim. I al Yeray, la Izzy, la Gala… per tot el que encara heu d'ensenyar-nos.

    I podria seguir fins a l'infinit… Gràcies a tots i cadascun dels petits de Can Rareta per tot el que m'heu ensenyat. He après amb cadascun de vosaltres.

    Sóc molt afortunada per poder realitzar aquesta labor tots els dies, envoltada de les coses que més m'agraden i d'aquestes personetes tan meravelloses.

    Gràcies Guille!
                                                                                                      

    Hoy hace cinco años, los Reyes Magos me trajeron un regalo con el que llevaba tiempo soñando: Melchor, Gaspar y Baltasar dejaron bajo mi árbol una vocación y una profesión.

    Aquel regalo llegó en forma de bebé, un pequeño precioso que se llamaba Guille. Él pasaba las mañanas en Can Rareta mientras sus padres trabajaban. Tenía tres meses y medio. Con Guille descubrí, por fin, que educar, criar y acompañar a los niños era mi auténtica vocación.

    Cada día, por la mañana, salíamos a dar un largo paseo por el campo, y mientras él se acurrucaba y se dormía en mi regazo comencé a vislumbrar un nuevo proyecto: un espacio de libre aprendizaje en el que los pequeños "aprendieran"  y "descubrieran el mundo" acompañados por mí: su "madre de día".

    Con el tiempo, Can Rareta acogió a Lucas y, unos meses después, llegó Jimena. Así, poco a poco, con la cadencia con la que los mismos niños crecen, Can Rareta, ese particular Espacio de Libre Aprendizaje soñado durante las siestas de Guille tomó forma.

    Cinco años después son muchos los niños que han paseado ya por los caminos de Can Rareta.

    Gracias a todos los que me habéis ayudado a crear Can Rareta:

    Gracias a María Montessori, Rebecca Wild, Piaget y Freire, entre otros, por darme las herramientas pedagógicas necesarias para crear nuestro particular Espacio de Libre Aprendizaje.

    Gracias a la isla y a la finca de Can Tià, por proveernos de la mejor aula de psicomotricidad del mundo.

    Gracias Francisca, Joan y Maria, propietarios y payeses de la finca de Can Tià por acogernos y "practicar" con nosotros las "convenciones sociales" todos los días. Por ofrecer pan a los niños cada mañana, por enseñarnos los trabajos del campo cada estación, por….

    A Pep, por su apoyo incondicional y avenirse a convertir su hogar cada mañana en un Hogar de Libre Aprendizaje. El "Bon dia Pep" es ya una de nuestras rutinas más queridas.

    A Susana y a María Luisa, que creyeron tanto en Can Rareta como para venir a pasar las mañanas y apoyar el proyecto con su presencia cuando éste lo necesitó.

    A Josu Maderas, por construir con amor los muebles que los niños usan a diario para jugar, comer y dormir en Can Rareta. 

    A mis amigos y familia, por animarme y escucharme durante años hablar sin parar, primero de mi proyecto y, después, de una realidad que continúa creciendo y formándose cada día. Especialmente a Carla que me confió a Guille y con ello sembró la semilla de Can Rareta.

    Gracias a todos los papás y mamás que han confiado y confían en Can Rareta. Gracias por traer a vuestros hijos cada día y por darme la oportunidad de acompañaros en la gran aventura que es criar a vuestros hijos. Sin vosotros, Can Rareta no sería posible.

    Y, como no, un enorme 'Gracias' a los pequeños que forman y han formado parte de Can Rareta y con los que cada día el concepto de nuestra particular Escuela de Libre Aprendizaje sigue creciendo:

    A Pia, que nos enseñó a sacudirnos las manos después de enjuagarlas para no gotear en el suelo, ahora todos los peques lo hacen y recuerdan a Pia.

    A Mateo, que nos enseñó a levantar el brazo y mirar hacia arriba cuando nos atragantamos. Ahora, si alguien se atraganta levanta el brazo y mira hacia arriba sin ponerse nervioso.

    A Mila, que nos enseña a disfrutar de la verdura y la fruta. Le apasiona, y al verla comer con tanto deleite los demás la imitan. Nadie quiere quedarse sin fruta.

    A Lucía, que nos enseña a cuidar de los demás con alegría y amor. Sabe cuando alguien la necesita y acude en su ayuda antes de que se lo pidan.

    A Gael, Tashi y Mara por todas las experiencias que compartimos. Y a Yeray, Izzy, Gala… por todo lo que todavía tenéis que enseñarnos.

    Y podría seguir hasta el infinito… Gracias a todos y cada uno de los pequeños de Can Rareta por todo lo que me habéis enseñado. He aprendido con cada uno de vosotros.

    Soy muy afortunada por poder realizar esta labor todos los días, rodeada de las cosas que más me gustan y de estas personitas tan maravillosas.

    ¡Gracias Guille!

    jueves, 13 de diciembre de 2012

    CROSSOVER



    Un "crossover" és com es denomina en llenguatge televisiu quan el personatge d'una sèrie apareix en una altra. Doncs be avui hem tingut un "crossover" entre Can Rareta i La Arquiteca.


    Sílvia, de La Arquiteca, ha vingut avui a Can Rareta a fer un taller d'adorns nadalencs amb els nens. Amiga i mare d'una antiga alumna ens ha fet aquest regal de Nadal, que incloïa una precioses boles de paper fetes per ella mateixa -paper inclòs!-, unes aquarel·les, pinzells i purpurina. 

    Després del "paseíto", Sílvia ja havia preparat una taula en el jardí amb els materials necessaris i com flautista de Hammelin els nens s'han posat al seu voltant preguntant: "Què fas?"

    La Arquiteca els ha explicat el que anaven a fer i després de penjar-se els davantals s'han posat a la feina. Hi havia un gran silenci, el que es crea quan els nens estan concentrats i entusiasmats fent alguna cosa amb les seves mans.

    Sempre em meravella la capacitat de La Arquiteca perquè els nens creïn lliurement i en harmonia. Els dóna unes poques indicacions, les justes, i simplement es queda a prop per si a algun li sorgeix una necessitat. És fantàstica!

    Al cap d'un ratet, unes precioses boles de nadal penjaven del garrover de l'entrada. 



    Un "crossover" es como se denomina en lenguaje televisivo cuando el personaje de una serie aparece en otra. Pues bien hoy hemos tenido un "crossover" entre Can Rareta y La Arquiteca.

    Sílvia, de La Arquiteca, ha venido hoy a Can Rareta a hacer un taller de adornos navideños con los niños. Amiga y madre de una antigua alumna nos ha hecho este regalo de Navidad, que incluía una preciosas  bolas de papel hechas por ella misma -¡papel incluido!-, unas acuarelas, pinceles y purpurina. 

    Después del paseíto, Sílvia ya había  preparado una mesa en el jardín con los materiales necesarios y cual flautista de Hammelin los niños se han puesto a su alrededor preguntando: "¿Qué haces?"

    La Arquiteca les ha explicado lo que iban a hacer y después de colgarse los delantales se han puesto manos a la obra. Había un gran silencio, el que se crea cuando los niños están concentrados y entusiasmados haciendo algo con sus manos.

    Siempre me maravilla la capacidad de La Arquiteca para que los niños creen libremente y en armonía. Les da unas pocas indicaciones, las justas, y simplemente se queda cerca por si a alguno le surge una necesidad. ¡Es fantástica!

    Al cabo de un ratito, unas preciosas bolas de navidad colgaban del algarrobo de la entrada.














    jueves, 29 de noviembre de 2012

    GARROVES





    Les garroves són molt importants a Can Rareta, ens ensenyen moltes coses.

    El primer contacte dels petits amb les garroves és menjar-les. Des que tenen edat per portar-se alguna cosa a la boca, les xuclen, les mosseguen, les assaboreixen...

    L'ésser humà camina millor amb un pal a la mà i el puny tancat, així que el segon contacte ve quan comencen a caminar: porten sempre una a la mà, això els ajuda a mantenir l'equilibri.

    Quan ja caminen amb soltesa, i és temporada de collita (agost, setembre), ens posem tots a recollir.

    Primer, jo i algun dels majors les fem caure del garrover:

    -Pluja de garroves!

    i després, entre tots, les posem en les senalla i d'aquí als sacs.

    Amb el temps, alguns sacs es trenquen i cal traspassar-les a un altre.
    En això van dedicar el matí d'ahir els dos mitjans de Can Rareta, mentre les majors anaven a per anous i les obrien per a tots. Amb una paciència infinita, van traspassar totes les garroves d'un sac trencat a un altre nou. No van deixar ni una per recollir.
    Mentre, la més petita dormia la seva migdiada matinera penjada de mi.





    Las algarrobas son muy importantes en Can Rareta, nos enseñan muchas cosas.

    El primer contacto de los pequeños con las algarrobas es comerlas. Desde que tienen edad para llevarse algo a la boca, las chupan, las muerden, las saborean...

    El ser humano anda mejor con un palo en la mano y el puño cerrado, así que el segundo contacto viene cuando empiezan a andar: llevan siempre una en la mano, eso les ayuda a mantener el equilibrio.

    Cuando ya andan con soltura, y es temporada de recolecta (agosto, septiembre), nos ponemos todos a recoger.

    Primero, yo y alguno de los mayores las hacemos caer del algarrobo:

    -¡Lluvia de algarrobas!

    y después, entre todos, las ponemos en las espuertas y de ahí a los sacos.

    Con el tiempo, algunos sacos se rompen y hay que traspasarlas a otro.
    A eso dedicaron la mañana de ayer los dos medianos de Can Rareta, mientras las mayores iban a por nueces y las abrían para todos. Con una paciencia infinita, traspasaron todas las algarrobas de un saco roto a otro nuevo. No dejaron ni una por recoger.

    Mientras, la más pequeña dormía su siesta matutina colgada de mi.